Sondeo Nacional de Nutria
La preocupante situación en la que se encontraba la nutria a final de la década de 1970, tanto en España como en el resto de Europa, influyó de forma decisiva en la organización de diferentes sondeos a escala nacional. Era urgente conocer la distribución de la especie en aquel momento, en qué lugares quedaban nutrias y monitorizar su evolución. Se desarrolló en Reino Unido una metodología estandarizada denominada “Standard otter survey method” que se utilizó en el primer sondeo de nutria de España (1984-1985) y que fue coordinado por el ICONA y el CSIC. Con posterioridad, y cada diez años aproximadamente, la SECEM ha coordinado un nuevo sondeo nacional. El cuarto sondeo se ha llevado a cabo entre 2014 y 2018. En estas décadas y gracias a dichos sondeos se ha confirmado la recuperación de la nutria en toda España, especialmente en la vertiente mediterránea. ¿Qué ocurrirá con esta especie en el futuro?
En el sondeo se utiliza como unidad de muestreo la cuadrícula UTM de 10 x 10 km. Las personas o entidades que colaboran seleccionan una o varias cuadrículas y buscan en su interior un lugar apropiado y de fácil acceso para detectar la presencia de nutrias (tramos de río, arroyo, embalse o zona costera). El trabajo de campo consiste en recorrer ese hábitat durante al menos 600 m o hasta encontrar alguna señal de presencia de nutria (excrementos, gelatinas, rastros y huellas). Los datos se recogen en una ficha de campo que se remite al coordinador provincial o regional. Sin contar el tiempo de desplazamiento al punto de inicio, el tiempo dedicado al muestreo oscila entre unos pocos minutos y una hora, en función de la dificultad de movimientos por la orilla de la masa de agua que se esté censando.
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