La IUCN considera que el lince ibérico ha mejorado notablemente su estado de conservación y lo incluye en la la categoría de Vulnerable
El estado de conservación del lince ibérico (Lynx pardinus) ha mejorado notablemente durante las últimas décadas, con un aumento exponencial de su población, pasando de 62 individuos adultos en 2001 a 648 en 2022. En la actualidad, la población total de linces se estima en más de 2.000 ejemplares (datos de 2023). Los esfuerzos de conservación se han centrado en aumentar la abundancia de su presa básica, el conejo de monte, proteger y restaurar el hábitat que ocupa y reducir las muertes causadas por la actividad humana, sobre todo los atropellos y la caza furtiva. La ampliación de la diversidad genética de la especie mediante translocaciones y un programa de cría ex situ han sido también clave para aumentar el número de ejemplares.
Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en diferentes zonas de España y Portugal y actualmente ocupa más de 3.300 km2 frente a los 450 km2 que ocupaba en 2005.
El paso a la categoría de Vulnerable no debe hacernos bajar la guardia. La IUCN considera que hay tres categorías de especies amenazadas de extinción: En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable, y aunque vamos en la buena dirección, el lince ibérico sigue estando amenazado, principalmente por las posibles fluctuaciones de las poblaciones de conejos, si se producen nuevos brotes de virus. También es susceptible a ciertas enfermedades transmitidas por gatos domésticos, a la caza furtiva y los atropellos que se producen en zonas linceras con alta densidad de tráfico.
Imágenes obtenidas del Proyecto Life LynxConnect
En el siguiente enlace puedes acceder a la nota de prensa de la IUCN