En la última semana, se ha distribuido masivamente en los medios de comunicación un vídeo en el que aparece un cánido “compatible con un chacal dorado (Canis aureus)”, según sus autores. Ello ha permitido elucubrar sobre la presencia de otros ejemplares no detectados de la misma especie entre las provincias de Burgos y Álava.

Desde la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos queremos llamar a la prudencia, evitando afirmaciones rotundas sobre la detección de especies ajenas a nuestra fauna sobre la base de imágenes poco claras y que, cuando menos, pueden interpretarse de otra manera. De hecho, por su actitud y las manchas oscuras en el dorso de las orejas, visibles en el vídeo, muchos expertos en carnívoros opinan que el animal en cuestión parece más bien un zorro (Vulpes vulpes) al que le falta el extremo de la cola.
Hasta la fecha, el único dato fidedigno sobre la presencia del chacal dorado en España se obtuvo el 8 de enero de 2023, cuando un ejemplar fue atropellado en Álava. La Diputación Foral publicó dos meses después la noticia en la prensa y una nota en la revista de naturaleza Quercus (nº 447, mayo de 2023). La especie experimenta un proceso espectacular de expansión en las últimas décadas, y recientemente están apareciendo ejemplares dispersantes a cientos de kilómetros de las poblaciones reproductoras más próximas, situadas en el sureste de Europa. En Francia han aparecido algunos ejemplares aislados desde 2017, la mayoría en la Alta Saboya (Alpes), aunque en diciembre de 2020 se detectó un individuo cerca de Poitiers y en marzo de 2022 apareció otro en la Bretaña. La experiencia de otros países indica que, con toda probabilidad, más chacales dorados llegarán con el tiempo a la península ibérica, pero también que desde la aparición de los primeros dispersantes hasta el asentamiento de ejemplares reproductores transcurre un tiempo que puede ser de años o décadas. Son necesarias evidencias más claras que las actuales para confirmar la presencia estable del chacal dorado en nuestro país.
Las administraciones y los medios de comunicación deberían de ser más cuidadosos antes de dar por válida noticias que aparecen en las redes sociales sin haber sido contrastadas, o que no han pasado por el filtro de una publicación científica. Animamos a todos aquellos que dispongan de citas u observaciones inéditas y novedosas sobre mamíferos a que las publiquen en revistas científicas, como es el caso de Galemys o equivalentes, la única forma de que la información sea validada por expertos en el tema.
A pesar de la controversia generada por este caso, queremos subrayar que el fototrampeo es una herramienta de enorme utilidad, especialmente cuando se emplea en combinación con otros métodos de seguimiento, lo que permite aumentar la objetividad del muestreo.